lunes, 8 de octubre de 2007

No hables...calla


No hables; calla. Deja que resucite mi cuerpo acunado en tu paz blanca. Mientras, mis manos reposan en el consuelo de tus manos.
Déjame entornar los ojos, y recostarme en tu pecho, que quiero ser arrullada por los latidos de tu corazón ardiente.Quiero que mis temores hoy duerman en sus fuentes sin ver la luz de este hermoso día.
No hables; calla. No son necesarias las palabras.Sólo pretendo oír el rumor de la sangre por tus venas, y que estas, repicando, anuncien a las mías, que hoy la vida, a este juego de seducción nos convoca.
No hables; calla, descubrámonos a besos y caricias, que esa sea la mágica manera de expresárnoslo todo.Que tu alma susurre sus anhelos a mis sentidos; así en gozo revivirá el alma mía.
Y deja que nuestros cuerpos enredados inicien un duelo donde el deseo tome del talle a la ternura, y abrazados, interpreten la más antigua de las danzas.

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