Aún no entiendo como me pude aferrar tanto a ti. No entiendo por que mis labios te buscaban fervientemente sin recibir nada a cambio. Sé que fuí una tonta enamorada que encontró en tu abrazo calor. Calor falso, porque tu no me buscabas a mí, sino a esa sombra que te hirió tan dentro de tí. Creí que te quería, creí que lo eras todo, pero me dí cuenta de que tan solo eras un espejismo, una ilusión rota, el agua del sediento, el alimento del hambriento. Tardé mucho en olvidarte, me pareció una eternidad. Me quedé ciega de orgullo ,de dolor, pero luego comprendí que todo era un cuento que monté en mi corazón, nesecitando de unas manos, de unos besos. Lloré por ti como una niña desconsolada, pero luego comprendí que no merecías mis lágrimas. No volveré a verte del mismo modo, no volveré a mirarte con los ojos de antes. Ahora te veré desde la lejanía de nuestros mundos separados....tan distante aunque tan cercano
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